Los consumidores de hortalizas cada vez son más exigentes
con la elaboración previa que han sufrido los productos que van a consumir. Por
ello surgen las diferentes gamas según el grado de procesamiento:
- I gama: son las que se pueden consumir en fresco y aquellas que han sido
elaboradas mediantes métodos tradicionales, por ejemplo las que se conservan en
tomate, también se incluirán en esta gama. Ejemplos: patatas, lechuga,
alcachofa, judías verdes y tomate.
- II gama: son aquellas que se consumen en conserva, a las que se las ha
aplicado un tratamiento para alargar la durabilidad que presentan. Ejemplos:
lata de esparragos, lata de alcachofas
- III gama: son las hortalizas que su consumo se produce después del
congelado
- IV gama: son hortalizas frescas que se han procesado mínimamente
conservadas bajo cadena de frío, listas para ser consumidas
- V gama: son las que están cocidas mantenidas la cadena del frío. Es
decir, ya están cocinadas, solo hace falta calentarlas. En esta gama podemos
añadir además las que se encuentran con salsas y sofritos. Suelen estar en
recipientes totalmente opacos para garantizar que no se oxide el contenido y
permitir su calentamiento en el microondas antes de calentarlo.
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